Las redes sociales como herramienta para la selección de personal

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¿Es lícito que las empresas miren los perfiles en las redes sociales de los candidatos a un puesto de trabajo durante un proceso de selección? Ésta y otras preguntas relacionadas suelen ser habituales en los talleres que vengo realizando. Esto es un aspecto que preocupa bastante a la gente, dado que hoy día la competitividad es máxima para alcanzar un empleo, y el hecho de no tener una buena imagen en las redes sociales podría ser un elemento que marque las diferencias entre uno u otro candidato.
Mi respuesta siempre es la misma: pónganse en la situación de la empresa. Tienen candidatos con currículums decentes, varios que os han causado bastante buena impresión en los 20-30 minutos que han durado las entrevistas presenciales… Con tanta igualdad, y teniendo acceso a más información sobre esa persona en Internet… ¿Uds. no le echarían un vistazo a su reputación online, para conocer más sobre esa persona? La respuesta mayoritaria suele ser afirmativa. 
Creo que es algo lícito y, de hecho, la gran mayoría de las empresas (el 80%) lo hacen, y el resto tienen previsto hacerlo a corto plazo. Éste y otros datos de interés pueden extraerse del I Informe Infoempleo sobre Redes Sociales y Mercado de Trabajo en España, echad un vistazo al vídeo de presentación:
Ante esto, creo que lo más aconsejable es que, si queremos tener una presencia activa en las redes sociales, (que como habéis visto en el vídeo, nos da más oportunidades para ser contratados) tenemos que cuidar principalmente estos aspectos:
1. Controlar lo que mostramos. Todas las redes sociales tienen la posibilidad de configurar el nivel de privacidad.
2. Ojo con lo que publicamos. Aunque creamos que tenemos todo «atado y bien atado», el sentido común nos dice que aún así siempre es mejor ser precavidos.
3. Restringir nuestra parcela personal, y abrir el perfil en el ámbito profesional (principalmente, LinkedIn). Esto es sobretodo aconsejable si estamos buscando activamente empleo. Aunque es evidente que no todo es trabajo: las empresas contratan a personas y, como tal hemos de mostrarnos también. 😉
Muchas veces me dicen que claro, que lo que uno publica es más «fácil» de controlar que lo que publican de él. Es cierto, y lo ideal sería que todos nos comportásemos muy bien en las redes sociales, el sentido común imperara, y estuviéramos perfectamente formados… pero no es así. Siempre queda la opción de, si algo no nos gusta, pedir al autor que lo retire. Y en el extremo estaría la denuncia, si lo que ha publicado nos afectara demasiado.
Y, (aunque no es mi opción) para los escépticos de las redes sociales, o para los tímidos/recelosos de su vida, la otra posibilidad es limitar al máximo la presencia, o directamente tratar de ser inexistente en la Red. Es la llamada estrategia «de perfil bajo», que también tiene sus defensores y detractores. Os animo a leer este artículo que, aunque no está escrito en el contexto de redes sociales, aporta diferentes interpretaciones de este concepto.