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El Mundo Web Social: Entrevistas [#eBook]

Reunidas en un documento las 10 entrevistas realizadas en este blog a profesionales de bibliotecas, archivos y centros de documentación durante este año 2015.

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Entrevista con… Francisca Pulgar

Siguiendo un itinerario no marcado, en esta sección de entrevistas se va dibujando el mapa de las redes sociales por diferentes escenarios, lugares,… Hoy es el turno para la bella Euskadi, una tierra donde la biblioteca pública tiene desde hace años un papel protagonista en la vida cultural de la región. Para saber más del desarrollo de las TIC en ellas, qué mejor que preguntar a la Responsable del Servicio de Bibliotecas del Gobierno Vasco, Francisca Pulgar Vernalte.

Más de medio millón de socios, 230 puntos de servicio… el Servicio de Bibliotecas del Gobierno Vasco ha tejido en 10 años una red social y cultural impresionante, ¡enhorabuena!
Francisca Pulgar: Sí, como bien dices, llevamos diez años aprendiendo a trabajar conjuntamente, porque entendemos que la clave para llegar a más personas y ofrecer mejores servicios es, precisamente, crear Red
Además tenemos buenas noticias, porque a lo largo de 2015 se van a ir integrando las redes de bibliotecas municipales de Bilbao, Donostia, Santurtzi y también la Alhóndiga, un paso importante que completará la Red de bibliotecas públicas de Euskadi y el uso del carné único. Sabemos que las bibliotecas son equipamientos de proximidad muy bien valorados por la ciudadanía y que suponen un gran potencial y una excelente oportunidad para el desarrollo cultural de un municipio, así que nuestra labor es seguir trabajando para que cada vez más personas conozcan, utilicen y participen en la vida cultural del municipio a través de las bibliotecas.

«La formación y el sentimiento de Red, ha cerrado la brecha entre bibliotecas grandes y pequeñas«

Desde 2009 viene formándose a los bibliotecarios de Euskadi en competencias digitales. ¿Cómo valoras la evolución del profesional de bibliotecas desde entonces?
F.P.: Tuvimos la suerte de entrar en un proyecto de formación en competencias digitales financiado por el PESI (Plan Euskadi en la Sociedad de la Información). El primer paso fue el diseño del itinerario formativo, lo que nos permitió ver las carencias en formación y elaborar un plan eminentemente práctico que, además de los conocimientos necesarios, nos diera la confianza de que cuando volviéramos a nuestros puestos de trabajo podríamos utilizar lo aprendido en las clases. Por otro lado, la formación en grupos nos permitió conocernos mejor entre nosotros, lo que unido a las redes sociales ha ayudado a dejar atrás el aislamiento de los profesionales de pueblos pequeños o municipios en los que solo hay una persona al frente de la biblioteca.

El plan terminó en 2012, pero todos los años hacemos uno o dos talleres monográficos que nos permitan seguir estando al día y conocer las últimas tendencias de nuestro sector. Gracias a la formación, además del sentimiento de Red, se ha conseguido romper la brecha que había antes de este plan entre bibliotecas grandes y pequeñas. Ahora, da igual el tamaño de la biblioteca, ya que todos los profesionales tienen posibilidad de acceder a la formación, reciclarse y mantener al día los conocimientos que nuestra profesión nos exige, lo que redunda en una mejora de los servicios ofrecidos a la ciudadanía desde las bibliotecas de la Red de Lectura Pública de Euskadi.

Personalmente como te conozco y te sigo vía Twitter sé que te interesan mucho las redes sociales y las TIC en general. Hace poco tuiteabas sobre una experiencia con realidad aumentada… Cuéntame de qué va la iniciativa.
F.P.: Básicamente se trata de utilizar las herramientas que aprendemos en la formación. Ten en cuenta que toda se basa en el learning by doing, o sea, que cada persona que asiste a un curso sea capaz de hacer lo que hemos aprendido cuando llega a su biblioteca. Durante el 2015 la capacitación y formación está orientada a descubrir y utilizar estrategias para la difusión de contenidos digitalesQueremos que la gente conozca y utilice eLiburutegia (préstamo digital), pero también queremos que las bibliotecas sigan siendo preceptoras y elaboren recomendaciones de lectura. 
Se trata de conocer Internet y cómo se mueve la gente en la Red para llegar mejor a nuestros usuarios. Y lo que hacemos sirve tanto para la difusión de los servicios bibliotecarios físicos como para los digitales.

«Tras diseñar la estrategia, ahora estamos adaptando los productos tecnológicos de las bibliotecas para afrontar el reto de cambio constante al que nos somete el ecosistema digital«

Igual que el éxito que está teniendo eLiburutegia, la app Liburutegiak presentada por ti el año pasado en el Congreso IFLA de Lyon (enlace a la comunicación) supuso, como tú misma has explicado, un paso más tras el éxito de los blogs y las redes sociales de las bibliotecas vascas. ¿Cómo está funcionando? ¿Ha aumentado la participación en redes?

F.P.: Bueno, la idea principal cuando trabajamos los distintos productos, plataformas, etc. es posicionarnos como bibliotecas en un punto de salida óptimo. Es decir, que si la ciudadanía se mueve en una dirección, y utiliza y consume la información de una determinada forma, nosotros como profesionales de la información estemos al tanto y además contemos con las herramientas adecuadas para afrontar el reto de evolución y cambio constante al que nos somete el ecosistema digital. Por lo tanto, en primer lugar se trata de diseñar una estrategia donde confluyan catálogos bibliográficos, tanto de libro físico como digital, blogs, noticias de las bibliotecas, recomendaciones de lectura, apps, etc. que nos permitan trabajar a un tiempo la difusión de los servicios de las bibliotecas y la participación de la comunidad. En estos momentos estamos adecuando los productos. El 2014 fue un año intenso: además de poner en marcha el préstamo digital cambiamos la versión del programa de gestión bibliotecaria, y ahora estamos esperando la conversión de la plataforma de blogs a un servidor virtual. También está previsto que el acceso a eLiburutegia se haga directamente desde la app Liburutegiak, lo que junto con la descarga de la aplicación de lectura que estamos elaborando para el préstamo digital, facilitaremos la lectura en tablets y smartphones.
Y entonces nos dedicaremos con más esfuerzo a la participación, y adelanto que en esta línea se va a poner en marcha un club de lectura virtual para la próxima temporada 2015-2016, dinamizado por Euskal Idazleen Elkartea (Asociación de Escritores Vascos) con objeto de fomentar y socializar la lectura en euskera a través de Internet y las redes sociales.

Entre las nuevas tendencias tecnológicas (wearables, beacons, etc.) que van apareciendo, desde tu punto de vista, ¿cual te parece más atractiva y con posibilidades de implantación en una red como la vuestra?
F.P.: Para últimos de este año tenemos previstos dos talleres de formación de formadores. Vamos a seleccionar dos o tres tendencias que se han visto en los cursos de Mayo y las vamos a desarrollar en unas cuantas bibliotecas para que las conozcan las personas de ese municipio. Seguramente seguiremos incidiendo en las posibilidades que da la realidad aumentada, pero otra de las tendencias que trabajaremos serán los beacons, así que cuando tengamos los talleres definidos por supuesto que te enterarás, ya que lo difundiremos tanto por Facebook como por Twitter. Por cierto, enhorabuena por tu blog y cómo no, muchas gracias por pensar en las bibliotecas públicas de Euskadi.

Entrevista con… Irene Godino

Ya son cinco los invitados que han pasado por esta sección de entrevistas. Cinco puntos de vista sobre la profesión, y sobre muchos aspectos relacionados. Hoy la conversación es con una profesional coetánea conmigo del 84…

Es Irene Godino, y con ella no sólo comparto generación, también llevamos un poco vidas profesionales paralelas, aunque no hemos coincidido. Bibliotecaria y documentalista, ha trabajado en empresas e instituciones como la UC3M, Mediaset, ING o el British Council, y también se ha formado y ejercido como community manager, como en su actual experiencia en el proyecto Historia 2.0, del que empezamos hablando en nuestra conversación:

Lo primero, quiero preguntarte acerca de ese estupendo trabajo que estáis realizando en Historia 2.0, que sigo con interés por ejemplo como complemento perfecto a una de mis series favoritas, el Ministerio del Tiempo. Cuéntanos más sobre el proyecto y cómo trabajáis.
Irene Godino: Historia 2.0 (www.historiadospuntocero.com) es un proyecto joven, de apenas unos meses de edad, que surgió de la necesidad de un grupo de personas de distintos ámbitos de hacer aquello que les gustaba: investigar y difundir conocimiento. Actualmente somos un equipo multidisciplinar de 12 integrantes, compuesto mayormente por historiadores especializados en distintos periodos pero también por una documentalista – bibliotecaria, archivera-, una periodista y una ilustradora, todos ellos excepcionales. En un futuro tenemos pensado dar la bienvenida a otros investigadores y amantes de la historia y de la investigación que quieran aportar su granito de arena tanto de manera habitual como con colaboraciones puntuales.
Desde un primer momento tuvimos muy claro el carácter que queríamos imprimir al proyecto. Historia 2.0 es un lugar de encuentro en el que queremos escuchar a todos y donde todo el mundo está invitado a participar. Queremos interactuar, crear conversación, difundir, sí,… pero también aprender de los demás y de ahí el “2.0”. La información y el conocimiento deben fluir en ambas direcciones. Además, nuestros artículos están destinados al público general y no sólo a expertos en la materia porque queremos llegar todo el mundo. Buscamos para ello lo ameno, pero siempre con rigurosidad.
En cuanto a El Ministerio del Tiempo, vimos una gran oportunidad en la serie de TVE, ya que nos permitía poder desgranar cada capítulo, complementándolo con un análisis histórico de los hechos y personajes que nos mostraban. Lo cierto es que ha tenido mucho éxito y no eran pocos los seguidores que querían ir más allá del capítulo a través de nuestros artículos. Estamos realmente agradecidos por la acogida y el éxito cosechado en tan poco tiempo. Sin embargo, Historia 2.0 guarda más sorpresas puesto que en nuestra web pueden leerse cápsulas históricas, artículos temáticos, reseñas de libros, series y películas, también analizamos históricamente temas musicales, proponemos documentales, retamos a nuestros seguidores y hemos comenzado la sección de “Métodos y técnicas de investigación” en la que esperamos arrojar algo luz a través de bibliografías y técnicas de investigación, algo que no siempre se enseña en las universidades y sin embargo creemos crucial.
Nuestra forma de trabajar es sencilla gracias a las nuevas tecnologías. El grueso del equipo se encuentra en Madrid aunque tenemos al equipo repartido por toda la geografía española: Galicia, Barcelona, Madrid, Puerto Llano, Cádiz… Los ingredientes principales para que ésto funcione son el compromiso, la ilusión y las ganas de trabajar duro en aquello que nos gusta. Normalmente ponemos en común todas nuestras ideas – novedades que no son pocas y están por llegar – y entre todos debatimos y decidimos cómo llevarlas a cabo, cómo organizarnos y cómo repartirnos el trabajo y, para ello, usamos las redes sociales -tenemos nuestro grupo de trabajo privado-, herramientas web, correo electrónico y por supuesto, cada vez que nos lo permite la agenda, reuniones.
Como yo y muchos de los titulados en Biblioteconomía o Información y Documentación, y en la coyuntura de crisis que atravesamos desde hace años, Irene tú también has tenido la necesidad de formarte y adquirir experiencia en otras disciplinas, como el community management. ¿Cómo has vivido la adaptación?
I.G.: En mi caso la adaptación se dio de forma natural. Siempre he recordado un ordenador en mi casa desde que tengo uso de razón y cuando Internet llegó, pronto me enseñaron a utilizarlo como una herramienta de trabajo. También me ha gustado siempre comunicar y saber qué decían los demás acerca de cualquier tema por lo que con la aparición de las redes sociales, tanto de ocio como profesionales, allí estaba también la primera probando la novedad.
Ya en 2009 comencé en Twitter con @BibyDoc y descubrí cómo podía tejer una red profesional con la que estar al día de todo aquello que me pudiese interesar y con la que poder estar siempre actualizada de todo aquello que tuviera que ver con la profesión para la que me preparaba. Cuando en 2011 la Fundación Ciencias de la Documentación propuso un equipo de community managers para un proyecto temporal, no lo dudé y me lancé a probar desde el lado profesional.
Al acabar la carrera, me embarqué en un máster de la Universidad Carlos III de Madrid y una de sus asignaturas versaba sobre Web Social. Al finalizar, aprovechando el boom de los MOOC (Massive Open Online Curse) hice todos los cursos relacionados con la web social y análisis de impacto, redes, etc., dando igual si el diploma prometido tras la finalización del curso servía o no para acreditarlo. Actualmente sigo estando al tanto de las novedades útiles para el Community Management y leo a expertos sobre la cuestión. Le dedico el tiempo que puedo a mis redes, y en Historia 2.0 también me encargo –como el resto del equipo- de sus perfiles sociales.

«Sólo pierden aquellos que tiran la toalla. Y llegados a ese punto, siempre puedes reinventarte y volver a empezar.»

Contar con un amplio e interesante currículum como el tuyo es importante para competir en el mercado laboral, pero además, creo que utilizas muy bien las redes sociales para dar a conocer tu formación y tu trabajo. ¿Qué “hoja de ruta” recomendarías a quien le cueste o no sepa por dónde empezar?

I.G.: Lo primero de todo es marcarse objetivos y en este caso son dos: conseguir visibilidad, pero no una cualquiera, sino la de uno mismo como profesional por el que cualquier empresa o institución se sienta atraída y, conseguir que te llegue toda la información que te interese.

La imagen de profesionalidad no puede darse sin tener experiencia laboral. Por ello, recomiendo a quien empiece la universidad o aún esté en ella, que aproveche los convenios laborales que su universidad posea, las prácticas de su carrera o que busque un empleo como becario por su propia cuenta. Es duro y no todo el mundo está de acuerdo, pero incluso si es tu primera experiencia, intentad siempre, por difícil que sea, que se trate de algo relacionado con vuestra futura profesión- y si consiste en trabajar unos meses a media jornada sin tener un salario a cambio, acéptalo. Tienes que abrir puertas y meterte de cabeza en el mundo profesional. Además, no siempre va a ser así, por supuesto. Es sólo un primer paso y mientras salimos de una crisis que lleva años revoloteando sobre nuestras cabezas.


Una vez con algo de experiencia, crea lo que se da ahora por llamar “marca personal”. Es decir, abre una cuenta en LinkedIn, Facebook –deberás diferenciar del perfil que tienes con tus amistades, de aquel en el que quieres reunir a profesionales y compañeros de profesión y carrera-, en todas, repito, todas las webs de empleo que existen – Infojobs, Infoempleo, Adecco…- y por qué no, abre o participa en un blog donde puedas expresar todo el conocimiento e inquietudes que tengas sobre tu ámbito. Crea tu propia red profesional, algo que ya he repetido varias veces en esta entrevista porque es esencial. Que te vean y que te vean como el mejor profesional: proactivo, trabajador, serio,… todas las cualidades que se piden para un puesto de trabajo.

Suscríbete a todas las alertas de empleo, de becas, de oposiciones, de noticias específicas, habla con gente, entérate de todo lo que existe.
Por último, se necesita paciencia, un plan de trabajo por el que siempre estés presente aportando tu granito de arena y saber que, aún así, no va a ser fácil. Sin embargo, recuerda que solo pierden aquellos que tiran la toalla y antes de llegar a este punto, siempre puedes reinventarte y volver a empezar.

También me gustaría que me contaras qué tal la experiencia con BibyDoc, ya que tú fuiste la impulsora y eres propietaria desde 2011 de esta comunidad, que ya sobrepasa los 1000 miembros en el grupo de LinkedIn (¡Enhorabuena!)

I.G.: Lo primero decir que más que propietaria (es el término que utiliza LinkedIn), soy solo quien dio el primer paso para tener un lugar más de encuentro en LinkedIn para todos nosotros. En cada red social se comparte información distinta y de formas diferentes. Por ejemplo, Twitter comparte información inmediata, allí las noticias y los enlaces a artículos vuelan. Facebook es más mediata, y LinkedIn comparte ese carácter, pero con un halo de profesionalidad.
También quise desde un primer momento que fuese algo para todos y creado por todos. Me limito a mediar si aparece algún problema o si alguien se dedica a hacer spam, por lo que podría decirse que BibyDoc, en LinkedIn, tiene vida propia, la que le confieren los más de 1000 miembros que están ahí. Por cierto, muchas gracias a todos. Sois libres de compartir noticias de interés, trabajos propios, propuestas, anuncios, cursos, dudas… Considerarlo vuestra casa.

Para terminar, te pido una reflexión un poco sobre el futuro cercano de la profesión: ¿Crees que los bibliotecarios/documentalistas finalmente tendremos un papel destacado en los medios sociales para mejorar el acceso en los contenidos en la era digital?

I.G.: Creo que es vital que tengamos ese papel y que debemos tomarlo, si no lo hemos hecho ya, como nuestro hábitat natural. Un libro no es el soporte sobre el que se lee, sino lo que cuenta, y nosotros estamos ahí para gestionar y cuidar que llegue a todo el mundo la información y el contenido que hay en él. El préstamo digital es una realidad, como lo son los diferentes proyectos de archivos y bibliotecas digitales y de acceso abierto en la red.

«Para nosotros -bibliotecarios y documentalistas- los medios sociales son nuestro hábitat natural. Un libro no es el soporte, sino lo que cuenta, y nosotros estamos para gestionar esa información»

Me gusta ver cómo cada vez son más las bibliotecas y archivos con presencia en las redes. Se han dado cuenta que en esta época, hay que salir a buscar al usuario y si el usuario se mueve por estos medios, allí debemos estar. Interactúan, anuncian novedades, actividades, algunas incluso –por ejemplo, la Biblioteca Municipal de Móstoles, ciudad en la que vivo- se atreven a jugar o retar a sus usuarios a través de Facebook. Otros ejemplos a raíz de la primera pregunta que me hacías: las cuentas en Twitter del Portal de Archivos Españoles (PARES) y de la Biblioteca Nacional de Españaaprovechando la emisión de uno de los capítulos de El Ministerio del Tiempo, interactuaban con los usuarios, propios y potenciales, ofreciendo documentos que respaldaban los hechos que los telespectadores estaban viendo en ese momento.

Para que la cultura y el conocimiento sean accesibles para todos, hay que estar en todas partes y ofrecer facilidades, evolucionando a la par que evolucionan los tiempos y los hábitos de los usuarios. En el caso de un documentalista ocurre igual. Cada vez es más el contenido existente en soporte digital y las fuentes de información que se trasladan a este medio. Ahora son documentalistas y gestores de contenido y esta evolución es siempre para bien.
¿Creo por lo tanto que los bibliotecarios/documentalistas tendrán un papel destacado en los medios sociales para mejorar el acceso en la era digital? Sí, lo están teniendo ya a través de los ejemplos dados y a través de los nuevos perfiles profesionales que surgen. Las últimas y nuevas promociones de bibliotecarios, archiveros y documentalistas que se están formando tendrán un papel importante en ello, ya que cursan materias que hace 30 años eran impensables y se desenvuelven en un medio que para ellos ya es natural.

La reputación online de los libros, a examen con Tekstum

Estos días le he dedicado un tiempo a analizar un poco la recién presentada beta del software de análisis online de literatura de Tekstum, una startup española. Una aplicación que a priori puede ser una herramienta más para los bibliotecarios a la hora de evaluar la idoneidad de un libro para nuestra biblioteca, un criterio adicional y de peso para unas recomendaciones más eficaces y argumentadas, como vamos a ver a continuación.


¿Qué mide Tekstum?

Su objetivo es analizar en tiempo real, sacando partido de la información de las redes sociales, la reputación online de los libros que se someten al examen, que a día de hoy son 17 aunque se prevé que la lista vaya en aumento (aceptan sugerencias). Esta reputación se conforma a partir de las reacciones (cuantitativas y cualitativas) de los lectores de la obra a través de las redes sociales: Tekstum otorga una calificación al libro en base a tres indicadores, aunque le asigna un peso específico al primero de ellos importante y totalmente determinante:
  • Análisis de sentimiento (90% de la nota final): Mide las opiniones sobre el libro y la intensidad de las mismas, calificadas como positivas, negativas o neutras, expresadas en reseñas y tweets.
  • Social engagement (5%): Recoge los datos de popularidad (interacción) en diferentes fuentes como Youtube, Facebook, Twitter y Wikipedia.
  • Reputación del autor (5%): Medida únicamente en seguidores.
A parte del dato de la calificación -que también está bien- es fundamental entrar en detalle en cada uno de los apartados. Tekstum es muy sencilla, muy visual, y no avasalla con datos demasiado concretos y que no aporten demasiado al objetivo global.
Por eso es interesante detenernos en la información adicional:

– Popularidad: Me llama la atención que un dato tan interesante como es la tendencia del mes basada en las opiniones, tenga tan poco protagonismo. Es necesario que mejoren este aspecto, y también que incorporaran una forma de realizar la comparativa con otros libros.
– Sentiment cloud: Un instrumento sencillo pero muy útil para conocer las palabras en las que hay más unanimidad para describir el libro por parte de los lectores.

– Datos demográficos: Para tener un perfil del ‘lector tipo’ de cada libro.

– Social Engagement: Para saber en qué red social es más popular la obra. En algunos libros los contadores están a 0. Para mi, sobra el dato de Wikipedia.
– Libros relacionados: Un clásico necesario en un tipo de aplicación como esta.

Un aspecto positivo que he encontrado en Tekstum es la natural disposición de sus creadores, en esta fase beta, a escuchar los comentarios y sugerencias sobre la herramienta. Una vez registrado (aunque no es necesario para realizar los análisis) recibí el habitual email de bienvenida, de parte de uno de los fundadores de la empresa, Marc Santandreu, en el que agradecía ese feedback del que hablo… así que le lancé mis dudas:
Sobre los referentes que habían tenido para validar la idea antes de pasar a la fase de elaboración de la aplicación, Santandreu afirma que «se ha contrastado y contado con la participación de diferentes profesionales del sector del libro (escritores, editores, bibliotecarios, libreros…)». También que algunas de las observaciones que le había trasladado respecto a los apartados concretos que he mencionado (popularidad, social engagement…) «están en proceso de mejora gracias a este tipo de opiniones».

Como conclusión, obvio que hay que darle un tiempo dado que el software todavía está a prueba y faltan temas por pulir, pero por lo general me ha gustado. Su principal objetivo es conocer en profundidad las causas del éxito de los libros, y por lo tanto puede convertirse en un producto muy codiciado por las editoriales, que son con las que Tekstum podrían hacer mayor negocio. El mismo fundador me confirmaba que la idea en un futuro es esa, aunque seguirá habiendo una parte de acceso libre para cualquier tipo de usuario.
Son los primeros pasos por un camino del big data que nos da otra herramienta para trabajar, práctica y social,… y todo esto desde mi punto de vista es bienvenido también desde nuestro ámbito bibliotecario.

9 usos de Vine para bibliotecarios

Un tuit en vídeo… así de fácil se puede definir Vine. Y sí, como todas las herramientas social media, tiene también muchos usos dentro de la biblioteca. ¡Ahí van algunos!

1. Presentar al personal de la biblioteca.

2. Mostrar las creaciones tan chulas que hacemos para nuestras exposiciones y centros de interés.


3. Leer frases buenas de libros y recomendaciones.


4. Descubrir rincones especiales de la biblioteca.



5. Publicar escenas de las actividades y eventos que se realizan en la biblio.


6. Acabar con estereotipos, mostrando aspectos menos conocidos de la biblioteca.



7. Dar a conocer las novedades que llegan a la biblio.



8. Mostrar la experiencia del usuario que viene a la biblioteca. ¿Por qué no pedirles un Vine?



9. Contar los usos y servicios de la biblioteca de forma creativa y divertida.




10 Recetas de IFTTT para Lectores

La aplicación IFTTT para automatizar tareas en social media es muy interesante desde el punto de vista del lector. ¿Cómo podemos sacarle partido? Vamos a verlo, paso a paso, con ejemplos de buenas y sencillas recetas para poner en marcha:
  1. Si hay una nueva entrada en el blog de la biblioteca >> publícala en Facebook.
  2. Si guardo algún artículo en Pocket >> mándalo a Feedly.
  3. Cuando se añada un libro nuevo a la lista de best sellers de Amazon >> mándame un email.
  4. Si hay documentos en Pocket en PDF que no puedo leer >> envíalos a Dropbox.
  5. Si te llega un aviso al correo para devolver libros a la biblioteca >> anótalo en mi Google Calendar.
  6. Si etiqueto un artículo en Feedly con «libros por leer»>> guárdalo en Pocket.
  7. Recibir un correo cada día con un artículo al azar de Wikipedia.
  8. Alarma Android recordatorio de estudio o lectura.
  9. Si marco como favorito en Twitter un tuit con link >> mándalo a Pocket para leerlo más tarde.
  10. Envía a Kindle los documentos que voy añadiendo a una carpeta en Drobpox.
Seguro que leyendo las anteriores y explorando IFTTT se te han ocurrido más recetas super útiles. Si quieres compartirlas, puedes dejarlas en comentarios 🙂

6 Herramientas de Social Media Curation para Bibliotecas

La selección de recursos y contenidos para su conservación y/o difusión posterior tiene mucha importancia, como todos sabemos. De una u otra forma pasamos buena parte del día realizando esta tarea, para la que hay que conocer diferentes herramientas y saber cómo utilizarlas para dar un servicio de calidad a nuestros usuarios. Ahí va una selección de algunas de las que yo utilizo, acompañadas de un ejemplo de uso bibliotecario.

  • Feedly Para recibir las novedades vía RSS de los sitios web que nos interesan. Ejemplo de uso.- Agrupar bajo una categoría los blogs de nuestros usuarios, para darlos a conocer al resto de la comunidad.
  • Flipboard Una revista digital con todas las publicaciones de tus seguidos en redes sociales, y todas las fuentes de noticias que elijas. Ejemplo de uso.- Selección y difusión de las noticias del día del ámbito temático y/o geográfico de tu biblioteca.
  • Pinterest Una red social que permite organizar visualmente y publicar contenidos relevantes. Ejemplo de uso.- Crear una selección de vídeos DIY de Youtube agrupados en un tablero.
  • Pocket Una app que te permite guardar en la nube cualquier enlace mientras navegas (bookmarking). Ejemplo de uso.- Selección de recursos informativos sobre un tema para facilitar la investigación. 
  • Storify Facilita la recopilación de contenidos de diversos medios sociales en una sola publicación. Ejemplo de uso.- Selección de las impresiones de los usuarios durante un evento o actividad de la biblioteca. 
  • Tumblr Nos puede servir para crear colecciones especiales de contenidos de todo tipo: artículos, GIFs, fotos,… Ejemplo de uso.- Crear una sencilla web de la sección infantil con recursos para los peques y sus papás.

Bibliotecas públicas y redes sociales: análisis en la #9EscolaBP sobre las implicaciones y el uso

Ayer asistí a la mesa de debate «Què impliquen les xarxes socials? Una anàlisi sobre les xarxes socials, el seu ús i els seus usuaris», abierta al público, organizada por el Servei de Biblioteques de la Generalitat de Catalunya y Gerència de Serveis de Biblioteques de la Diputació de Barcelona, en la Facultat de Biblioteconomia i Documentació de la UB, en el marco de la 9ª Edición de la Escola d’Hivern de la Biblioteca Pública, jornadas formativas para el personal de bibliotecas públicas de Cataluña.

En ella tomaron parte Anna Bröll, como DT de Coordinació i Serveis de Biblioteques de Barcelona; Catuxa Seoane, coordinadora de Tecnologías Emergentes de las Bibliotecas Municipales de A Coruña; Laura Huerga, de la Editorial Raig Verd / Rayo Verde; y Natalia Arroyo, del Área de Comunicación Digital de la FGSR.

Fue una charla de hora y media en la que también pudimos participar el público. Personalmente no lo hice, y me gustaría aportar mi granito de arena desde aquí con algunas ideas:
  • Necesarias competencias transversales, o aprovechar las cualidades de cada uno para formar un buen equipo de comunicación digital.
  • Por tanto, necesaria una formación, o un equipo multidisciplinar bien coordinado, en el que cada cual aporte lo que mejor sabe, pero también intercambiando roles habitualmente, para no acabar sobrecargados ni saturar al usuario.
  • Rebajar la sobre exigencia con las redes sociales. Este medio requiere de una adaptación que requiere de esfuerzo, planificación, y sobretodo recursos (personas, tiempo…). No entiendo porqué se le exige a las redes sociales un rendimiento tan alto: hay que conocer bien el medio para ajustar las expectativas sobre él. Y para eso hay que invertir, y no esperar un retorno de la inversión muy diferente al que nos encontramos en el medio físico de la biblioteca. A menudo existe bastante obsesión con medir el ROI sin ser muy conscientes de que hay cosas que, sencillamente, tienen un valor cuyo peso, no siempre lo determina una cifra. De esto los expertos ya parecen irse dando cuenta, según el análisis que, por ejemplo, publicó recientemente Nieves González en Thinkepi.
  • Escucha permanente. No empecinarnos con lo que nosotros estamos seguros que el público quiere encontrarse en las redes. Analizar lo que mejor funciona, lo que los usuarios piden (tanto explicita como implícitamente),etc.
  • Más grupos de debate y aprendizaje mutuo. Como dijeron algunas de las ponentes, es necesario compartir experiencias, fijarnos en como trabajan otras bibliotecas, y poner en común nuestras dudas en jornadas formativas y talleres como los organizados en la Escola d’Hivern. Desde las instituciones es necesario que continúen elaborando directrices y manuales de estilo, estudiando e informando de los datos que puedan obtener, para ayudar a los bibliotecarios en esta tarea.
Para finalizar, sobretodo me gustaría mandar un saludo y mi reconocimiento a todos los profesionales de las bibliotecas públicas que, cada día, con mucho esfuerzo, trabajan por dar servicio a todos los ciudadanos también a través de los medios sociales.

A continuación, os dejo un Storify con algunos apuntes de la mesa de debate extraídos de Twitter:

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