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La reputación online de los libros, a examen con Tekstum

Estos días le he dedicado un tiempo a analizar un poco la recién presentada beta del software de análisis online de literatura de Tekstum, una startup española. Una aplicación que a priori puede ser una herramienta más para los bibliotecarios a la hora de evaluar la idoneidad de un libro para nuestra biblioteca, un criterio adicional y de peso para unas recomendaciones más eficaces y argumentadas, como vamos a ver a continuación.


¿Qué mide Tekstum?

Su objetivo es analizar en tiempo real, sacando partido de la información de las redes sociales, la reputación online de los libros que se someten al examen, que a día de hoy son 17 aunque se prevé que la lista vaya en aumento (aceptan sugerencias). Esta reputación se conforma a partir de las reacciones (cuantitativas y cualitativas) de los lectores de la obra a través de las redes sociales: Tekstum otorga una calificación al libro en base a tres indicadores, aunque le asigna un peso específico al primero de ellos importante y totalmente determinante:
  • Análisis de sentimiento (90% de la nota final): Mide las opiniones sobre el libro y la intensidad de las mismas, calificadas como positivas, negativas o neutras, expresadas en reseñas y tweets.
  • Social engagement (5%): Recoge los datos de popularidad (interacción) en diferentes fuentes como Youtube, Facebook, Twitter y Wikipedia.
  • Reputación del autor (5%): Medida únicamente en seguidores.
A parte del dato de la calificación -que también está bien- es fundamental entrar en detalle en cada uno de los apartados. Tekstum es muy sencilla, muy visual, y no avasalla con datos demasiado concretos y que no aporten demasiado al objetivo global.
Por eso es interesante detenernos en la información adicional:

– Popularidad: Me llama la atención que un dato tan interesante como es la tendencia del mes basada en las opiniones, tenga tan poco protagonismo. Es necesario que mejoren este aspecto, y también que incorporaran una forma de realizar la comparativa con otros libros.
– Sentiment cloud: Un instrumento sencillo pero muy útil para conocer las palabras en las que hay más unanimidad para describir el libro por parte de los lectores.

– Datos demográficos: Para tener un perfil del ‘lector tipo’ de cada libro.

– Social Engagement: Para saber en qué red social es más popular la obra. En algunos libros los contadores están a 0. Para mi, sobra el dato de Wikipedia.
– Libros relacionados: Un clásico necesario en un tipo de aplicación como esta.

Un aspecto positivo que he encontrado en Tekstum es la natural disposición de sus creadores, en esta fase beta, a escuchar los comentarios y sugerencias sobre la herramienta. Una vez registrado (aunque no es necesario para realizar los análisis) recibí el habitual email de bienvenida, de parte de uno de los fundadores de la empresa, Marc Santandreu, en el que agradecía ese feedback del que hablo… así que le lancé mis dudas:
Sobre los referentes que habían tenido para validar la idea antes de pasar a la fase de elaboración de la aplicación, Santandreu afirma que «se ha contrastado y contado con la participación de diferentes profesionales del sector del libro (escritores, editores, bibliotecarios, libreros…)». También que algunas de las observaciones que le había trasladado respecto a los apartados concretos que he mencionado (popularidad, social engagement…) «están en proceso de mejora gracias a este tipo de opiniones».

Como conclusión, obvio que hay que darle un tiempo dado que el software todavía está a prueba y faltan temas por pulir, pero por lo general me ha gustado. Su principal objetivo es conocer en profundidad las causas del éxito de los libros, y por lo tanto puede convertirse en un producto muy codiciado por las editoriales, que son con las que Tekstum podrían hacer mayor negocio. El mismo fundador me confirmaba que la idea en un futuro es esa, aunque seguirá habiendo una parte de acceso libre para cualquier tipo de usuario.
Son los primeros pasos por un camino del big data que nos da otra herramienta para trabajar, práctica y social,… y todo esto desde mi punto de vista es bienvenido también desde nuestro ámbito bibliotecario.