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Entrevista con… Ana Andueza

Después de la publicación de las primeras entrevistas (con Lidia Bartolomé, e Ian Clark) os tengo que dar las gracias a todos por la buena acogida de la sección en el blog. Me alegro mucho de que os resulten tan interesantes como a mi 🙂

Hoy hablamos con Ana Andueza, compañera bibliotecaria en la Biblioteca Miguel de Cervantes de las Bibliotecas Municipales de Burgos. Una persona comprometida con sus pasiones, entre ellas su profesión y también el mundo de la música. La he invitado a hablar conmigo sobre redes sociales, porque Ana cuenta con ellas en el impulso de iniciativas sociales y culturales (la Semana de la Música Local, o el ciclo de debates «Prohibido Callar», son algunos ejemplos), y porque me interesa mucho su opinión y su aportación, y quiero compartirla con vosotros desde este espacio.
Hola Ana. Me gustaría conocer tu punto de vista en cuanto al papel social del bibliotecario dentro de la comunidad. ¿En qué medida ha mejorado en los últimos años? ¿Crees que el uso de las redes sociales ha desempeñado un cambio importante en este aspecto?

Ana Andueza: Creo que en el momento en que nos encontramos las redes sociales forman una realidad paralela al mundo en el que nos movemos, y su utilización en todos los sectores de la vida cotidiana terminan creando comunidad. Identidad colectiva. 
Esta popularidad de las redes no es ajena al ámbito de las bibliotecas. Y, si bien en un primer momento se asomaron tímidamente a nuestro mundo, hoy se han convertido no sólo en un sistema de trabajo más, sino también en una nueva forma de ofrecer los servicios propios que le competen a la biblioteca como tal.
En todos los sectores ha habido recelos sobre este tipo de tendencias, y el ámbito bibliotecario no es ajeno a este hecho. Pero… las resistencias al cambio se han vivido continuamente a lo largo de la Historia. ¿Qué hubiera pasado si los detractores de la imprenta se hubieran salido con la suya? 
Creo que el uso de estas herramientas en las bibliotecas no hace sino mejorar la misión de acercamiento a la sociedad en general a través de nuevos cauces, ofreciendo nuevas formas de comunicación y, lo que me parece más importante, de interacción con nuestros usuarios.

«Las resistencias al cambio se han vivido continuamente a lo largo de la Historia. ¿Qué hubiera sucedido si los detractores de la imprenta se hubieran salido con la suya?»

¿Y cómo valoras el conocimiento y el uso de las redes sociales en el profesional de las bibliotecas? ¿Qué crees que le aporta en lo personal y en lo profesional?

A. A.: El modelo actual de biblioteca está orientada a ofrecer sus servicios de dentro hacia afuera, en un esfuerzo por acercarse a los ciudadanos y establecer lazos de fidelidad con ellos. La comunicación ha de ser directa y fluida, y la biblioteca ha de avanzar y evolucionar a la par que sus potenciales usuarios.

Para el profesional de las bibliotecas, creo en el papel de las redes sociales y en sus múltiples beneficios para la biblioteca como igualadora de oportunidades, facilitadora del cambio, escaparate de la creatividad, centro de recursos y formadora en el uso de los mismos. Trabajar con estas herramientas es una forma eficaz de maximizar nuestra presencia, de aportar algo más a lo que tradicionalmente viene aportando una biblioteca pública. Y, sobre todo, permiten una relación diaria entre bibliotecas, el trabajo cooperativo y contribuyen a un proceso de mejora continua, al permitirnos interactuar con nuestros seguidores y retroalimentarnos con sus opiniones.

¿Crees que, además de ser buenos gestores de información también estamos preparados, en general, para ser buenos comunicadores y gestores de comunidades?

A. A.: Creo que una biblioteca cuyo objetivo final es el usuario, siempre está preparada para este fin, sea cual sea la metodología empleada. Pero no podemos obviar las limitaciones a las que muchas bibliotecas se enfrentan: falta de recursos materiales, económicos, de personal…

«Creo que una biblioteca cuyo objetivo final es el

usuario, siempre está preparada para comunicar  

y gestionar la comunidad»

Creo que en buena parte de los casos las bibliotecas se convierten en buenos comunicadores más por perseverancia e implicación de su personal que por los medios con los que cuentan. En muchos casos no existen las herramientas adecuadas para dar solución a las muchas demandas de los usuarios. 
Los recortes presupuestarios han puesto en jaque a muchas bibliotecas que no tienen oportunidades de formar a su personal, ni de tener material adecuado para realizar algunas de sus funciones básicas, como es la de procurar formación e información a nuestros usuarios. De otra parte, también son muchos los usuarios que no están familiarizados con estas estrategias de comunicación. La brecha digital en la sociedad es cada vez mayor y, si bien la venta de dispositivos digitales se dispara año tras año, veo lejos el hecho de que la biblioteca pueda llegar a los ciudadanos más fácilmente. En general, para unos y otros, veo necesaria la labor de formación.

Bueno Ana, ya hablando en un plano más generalista, ¿qué opinas del denominado «clicktivismo» (activismo a través de las redes sociales, o de plataformas como Change.org o similares)?

Iniciativa reciente de parte de la comunidad bibliotecaria en respuesta
a un denigrante artículo de opinión en el diario El Mundo

A. A.: En mi opinión, el clicktivismo no es sólo firmar en apoyo de una determinada acción y desentenderse de todo. Quiero decir, no estoy de acuerdo con esas personas que piensan que el hecho de apoyar una u otra causa de forma virtual sea una forma de lavar conciencias para esas personas que no salen a la calle a protestar, como he oído en algunas ocasiones bajo el término “activismo de sofá”. Vivimos demasiado rápido, todo es para ayer y existe más cantidad de información de la que podemos procesar. Para mí, el hecho de apoyar una campaña que una persona u organización comienza en defensa o protesta por algo implica que las personas se interesen por un tema que no por ajeno a ellos sea menos importante. Internet y las redes sociales hacen que estas actuaciones lleguen a muchas personas y que estas tomen conciencia de lo que ocurre en determinados lugares. En muchos casos, los temas que se exponen son desconocidos porque no suscitan interés para los grandes medios de comunicación bien porque afectan a una minoría, bien porque son contrarios a determinadas opiniones o porque tienen censurados determinados temas. Por eso, entiendo que participar en estas acciones supone no sólo tomar conciencia de ello, sensibilizar y formar parte de la ciudadanía.

Ya para terminar, me gustaría saber cuales son en tu opinión los aspectos fundamentales para ‘enganchar’ a los usuarios en las redes sociales desde la biblioteca pública.

A. A.: En primer lugar creo que dentro del paralelismo entre las dos realidades, la virtual y la real, debe primar ésta por encima de todo. Es nuestra comunidad, en la que nos encontramos nuestro principal objetivo, al que hemos de dirigir nuestro trabajo
Es a la hora de dirigir este trabajo cuando las redes nos pueden ser de gran utilidad. De cara a nuestros servicios, son muchas las cosas que podemos hacer para atraer usuarios desde las redes. Se debe considerar a estos usuarios como un colectivo más, al que se pueden dirigir nuestro trabajo de forma específica, ofreciendo servicios de difusión como blogs dedicados a temas concretos, recomendaciones, foros de debate, wikis en las que se incida en temas y autores locales, centros de interés virtuales, tablón de anuncios o de quejas, concursos, consultas, calendario de publicaciones y actividades, novedades en la biblioteca,… se trata de ofrecer los mismos servicios que de forma presencial, y lograr aliados dentro de nuestro ámbito, creando una identidad colectiva y humanizando, así, ese amplio espacio en el que se tejen tantos proyectos de tinte individual.

¿Por qué lo llaman ‘Seguridad’ cuando quieren decir Miedo?


Hace unas semanas, en un debate ciudadano hablamos del papel de las redes sociales en los movimientos sociales. Entre otros temas, la conversación llegó al asunto del anonimato en Twitter, sobretodo por las quejas de una de las asistentes, concejal en el Ayuntamiento. 
Lamentando las agresiones y la impunidad, las cuales rechazo totalmente como cualquier otra forma de violencia, opino que el anonimato en general con el que se opina en las redes es en gran parte producto de la represión, sobretodo la que los ciudadanos ejercen sobre sí mismos, para evitar las consecuencias que existen. Opiniones que en muchos casos, no deberían ser objeto de ningún tipo de censura, ni la que es autoimpuesta, ni de la que es resultado del miedo por la opresión en forma de ley.

No soy muy amigo de la idea de visibilizar un tema únicamente en un día determinado, pero creo que es bueno aprovechar que existen. Por eso, en este 10 de diciembre especialmente dedicado a los Derechos Humanos, desde este blog quiero expresar mi total rechazo a la Ley de Seguridad Ciudadana, mejor conocida y denominada ‘Ley Mordaza’, y a la que yo llamaría ‘Ley del Miedo’. 
Este texto, que cuenta con la oposición de innumerables organizaciones defensoras de los derechos humanos, dejará tocado de forma grave el derecho de los ciudadanos a manifestarse libremente y conforme a la Constitución y los Derechos Humanos, dado que penalizará las sanciones por convocar, ya sea mediante las redes sociales o por cualquier otro medio, dichas reuniones en las inmediaciones de instituciones gubernamentales. Además, también estará prohibido grabar y compartir a través de las redes sociales las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, lo cual no permitirá ni a los ciudadanos ni a los periodistas, sin riesgo de ser detenido por incurrir en una falta grave, difundir y tener pruebas de posibles actuaciones negligentes como se han dado casos en manifestaciones y desahucios.
Un triste ejemplo que todos conocemos -en buena medida gracias a las redes sociales- es el de Ester Quintana. Si bien es cierto que el informe médico fue determinante para que el juez concluyera que su lesión fue resultado de un disparo de los Mossos, vídeos como este difundido a través de las redes sociales, sirvieron para desmentir las declaraciones del Conseller d’Interior Felip Puig, y para esclarecer los hechos.

Las redes sociales son un instrumento que permite a los ciudadanos reclamar sus derechos con determinadas acciones de comunicación. Esta ley que se votará mañana en el Congreso, tipifica como delitos algunas de ellas, y en mi opinión no pueden ser aceptables en un país democrático porque, por encima de todo, siempre deben prevalecer los Derechos Humanos.

4ª edición del Día de la #Biblioteca en Twitter

uvejota.com
Hoy celebramos el 4º día de la #biblioteca en Twitter. Una iniciativa que pretende utilizar la red social como altavoz para difundir la importancia de la biblioteca. En el blog Biblioblog 3ª edición, José A. Merlo Vega, profesor de Biblioteconomía en la USAL… y tuitero 😉 , escribió ayer un post muy completo que explica a la perfección los objetivos de la celebración de esta acción.
Como profesional de las bibliotecas, me gustaría aprovechar la ocasión para dar mi aportación durante el día de hoy a través del hashtag y quizás lograr transmitir a alguien un par de ideas importantes, en las cuales creo que merece la pena pensar.
Que la biblioteca y la profesión bibliotecaria está atravesando por un momento muy interesante, dado que en los últimos años (y en los que vienen) la web social y las nuevas tecnologías en general ya están revolucionando la biblioteca, y son momentos apasionantes, de innovación, de aprendizaje continuo, de colaboración,…¡y necesitamos la aportación de todos! 😀
Y por otra parte, que esta etapa tan importante para nuestras bibliotecas públicas no sería tal si, con nuestro consentimiento, los españoles nos permitimos el lujo no sólo de no avanzar, sino de que se de una regresión que echaría por tierra mucho trabajo y el futuro de la educación y la cultura en nuestro país.
En mi opinión, la sociedad actual necesita más que nunca tener presente que la biblioteca es un derecho irrenunciable. En un momento como el actual, en el cual la coartada de la crisis parece que todo vale, hemos de ser conscientes que como ciudadanos tenemos la responsabilidad de proteger lo que es de todos. Sabemos que hemos de trabajar duro, y tratar de superar las dificultades, pero siempre sabiendo que no podemos dejar desprotegidos nuestros derechos, los cuales son tan difíciles de lograr. Y entre ellos, el patrimonio cultural y todo lo que tiene que ver con los servicios públicos relacionados con la educación y la cultura en general.
Dicho esto, solamente me queda animaros a difundir los valores de la #biblioteca, lo que significa para vosotros… ¡y llevar el hashtag hasta los TT! 
GRACIAS

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