
Un ejemplo llamativo son los últimos hashtags del Partido Popular. Lo pongo porque creo que en su plan de comunicación han sabido en este caso prever y manejar el efecto boomerang, después de los malos resultados de muchas de sus campañas anteriores, que fácilmente se volvían en su contra.
El mes pasado, ante las peticiones al presidente de que publicase sus declaraciones de la renta en pleno escándalo Bárcenas, en medio de una grave crisis de reputación, el PP decidió dar la réplica a la oposición en las redes creando un hashtag que se viralizara fácilmente, y fueron bastante creativos: diseñaron un hashtag ambiguo (#quelaenseñeRubalcaba), y lanzaron el tuit con la intención de causar sorpresa (y bromas de todo tipo) con el cual lograron un gran impacto. Si bien es cierto que también la ingeniosa estrategia pudo hacer mucha sombra al mensaje, seguramente en el PP diesen el objetivo por cumplido, porque de hecho han repetido la estrategia en alguna ocasión más.
Preveer los «daños colaterales» de nuestra comunicación en redes sociales es importante, pero más aún es no tenerlos. Por eso, siempre hay que tener cuidados los siguientes aspectos que yo considero bastante importantes:
- Mensaje contrastado: Nuestra información siempre tiene que tratar de ser rigurosa 100%. De lo contrario, tendremos que asumir que alguien puede responder atacando esas lagunas.
- Reponsabilidad: Ser conscientes de que todos los mensajes son responsabilidad nuestra. Borrar las pruebas en la era de Internet es bastante difícil, pero aunque no lo fuera, siempre habrá una mejor respuesta a nuestras acciones si asumimos las consecuencias de nuestra comunicación, tanto si es positiva como negativa.
- Ser coherentes: Si un mensaje es sincero, transparente y coherente con lo que trabajamos a diario, la reacción de nuestros seguidores seguramente irá encaminada en el sentido habitual.
- Respetar: Va acorde con el punto anterior. No se puede tratar de agradar a todo el mundo pero sí cuidar al máximo de ser respetuosos, y se debe escuchar activamente los mensajes que nos devuelven nuestros seguidores, si el respeto es recíproco, claro (nunca enzarzarse con trolls o fans).
- Invertir tiempo: Las redes sociales requieren dedicación. Si nos precipitamos en el mensaje, o no atendemos una crisis a tiempo, es muy probable que la «bola de nieve» crezca.
Para saber un poco más:
– Apúntate también estos 10 consejos del blog de Melissa Agnes [ing.]
– La coach Mar Cantero explica muy bien el efecto boomerang en este artículo de Piensa, es gratis.