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El Mundo Web Social: Entrevistas [#eBook]

Reunidas en un documento las 10 entrevistas realizadas en este blog a profesionales de bibliotecas, archivos y centros de documentación durante este año 2015.

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Entrevista con… Carlos Martín

Un documentalista es el siguiente profesional invitado a pasar por esta sección de Entrevistas. Carlos Martín López es un profesional con una intensa formación en Documentación, y con una amplia e importante trayectoria como documentalista audiovisual especialista en programas informativos principalmente en La Sexta, donde lleva trabajando desde que la cadena de TV comenzó a emitir. Hoy además de hablar de su faceta como documentalista, quiero que conozcamos también su perfil 2.0 (cuenta también con formación como CM), que destacan muchos de los que le conocen.

Lo primero, ¿cómo ha ido esa campaña #conveniojusto #lazoverde del Comité Liquid 6 que veo que los trabajadores que dan servicio a La Sexta mueven desde hace tiempo en Twitter?
Carlos Martín: Sí, esta campaña en Twitter comenzó hace un tiempo para mostrar el apoyo de los trabajadores al Comité de Empresa de Liquid Media (productora de muchos programas para la Sexta) durante la negociación del convenio colectivo. 
A día de hoy parece que sólo quedan unos flecos por cerrar, y en breve el conjunto del convenio se someterá a votación por parte de los trabajadores.
[El 8 de Julio, días después de esta entrevista, el Comité anunció la firma del convenio tras meses de negociación >> twitter.com/comiteliquid6/status/618757311205646336]

«En Informativos las redes sociales no son un condicionante importante, pero sí que son tenidas en cuenta«

Con una dilatada trayectoria como documentalista audiovisual, y teniendo en cuenta que llevas tiempo en informativos, habrás comprobado como parte del día a día en los medios lo determinan las redes sociales en su influencia sobre las peticiones de documentación que se realizan, por ejemplo. ¿Las percibes como un impacto o un condicionante importante en tu trabajo diario?

C.M.: Realmente no es que supongan un condicionante importante, pero es cierto que se tienen en cuenta. Quizá no influya tanto a la hora de que los usuarios nos pidan imágenes, pero sí que por ejemplo, a la hora de analizar los programas, se debe hacer referencia al texto o al tuit de la persona, porque es material que en ocasiones nos solicitan, sobre todo relacionado con polémicas. 
Un ejemplo: recuperé el enfado de Esperanza Aguirre [imagen] cuando la invitaron a dejar la presidencia del Partido Popular de Madrid al ser elegida como candidata a la alcaldía de la capital.

Muchas veces la gente se acuerda del documentalista (¡y arde Twitter!) sobretodo cuando se ve algún ‘gazapo’ importante, errores especialmente graves en series históricas. ¿Con la cantidad de controles y de personas que revisan imágenes…, qué explicación podéis dar desde Documentación?
C.M.: Sí, es un sambenito que muchas veces nos cuelgan a los documentalistas, pero en realidad pocas veces tenemos culpa. Eso sí, cuando la tenemos nos cae una buena, porque los usuarios se fían de que la información que les damos ya ha pasado ese filtro. 
La mayoría de los errores que se producen en programas de actualidad, programas informativos, es por la falta de tiempo, de ganas o ambas en verificar la información. En programas informativos, que son en los que tengo mayor experiencia, los errores suelen ser directamente del redactor. Y no les culpo, porque cada vez tienen que producir más información y se exige inmediatez. Pero eso supone no disponer de tiempo para contrastar todos los datos, y por eso se cometen, con perdón, enormes cagadas.

Cuando empieza un informativo es habitual que tenga la escaleta a medias, es decir que muchas de las piezas están sin terminar, con los redactores trabajando en actualizar datos, locutar o montar, por eso es inevitable cometer errores. Y de ortografía mejor ni hablar [risas]. 
Concretamente las series históricas no las tengo tan controladas, pero sé que en ocasiones el documentalista o el historiador advierten a los guionistas, tras revisar sus guiones, de que hay errores. Muchos se subsanan, pero en ocasiones el propio director de la serie se inventa algo porque hace más atractivo el producto televisivo, o simplemente porque se le antoja. Y, ya se sabe, donde manda capitán…

«Algunos perfiles de Twitter, como en laSexta Columna, son gestionados por los propios trabajadores del programa«

¿Tienes compañeros especialistas encargados de la documentación digital, es decir, que trabajen directamente con las redes sociales, e Internet en general, como fuente de recursos (no sólo me refiero a la propia web de Atresmedia), o aún existe una carencia importante de profesionales en este sentido en las cadenas?

C.M.: Personalmente en el departamento en el que trabajo no existe esta figura, los encargados de ello son los propios trabajadores de la web, como señalas. Algunos perfiles de Twitter son gestionados por trabajadores del propio programa, como ocurre con laSexta Columna. Lo más cercano que tenemos a lo que comentas son dos periodistas especializados en periodismo de datos, que dan soporte al resto de redactores en consultas especializadas que complementan y amplían las informaciones. Desde mi punto de vista el periodista de datos es un híbrido entre periodista y documentalista.

Fíjate Carlos, tan sólo observando 5 minutos el diagrama interactivo de Lluís Codina dedicado a la documentación audiovisual en la Web, se puede uno hacer una idea de las dimensiones que está adquiriendo esta disciplina a cada minuto, con una cantidad ingente de medios, recursos,…
C.M.: Sí, es indudable que nos movemos en una jungla de información. Cada vez hay más medios, más recursos y más facilidad de acceso a esa información. Por eso el documentalista si no tiene cuidado puede verse desbordado, necesita de un buen machete para ir abriendo camino en la selva. Lo que mantiene afilado ese machete es la formación y la experiencia. El equilibrio de ambas será de gran ayuda para avanzar y localizar lo que nos interese dentro de la jungla. Si trabajas en informativos, donde la inmediatez es un requisito, ofrecer a los usuarios una respuesta rápida y satisfactoria es algo que aprecian y da calidad al servicio. 
Por eso documentalistas, ¡no olvidéis mantener bien afilado el machete! 😉

Entrevista con… Irene Godino

Ya son cinco los invitados que han pasado por esta sección de entrevistas. Cinco puntos de vista sobre la profesión, y sobre muchos aspectos relacionados. Hoy la conversación es con una profesional coetánea conmigo del 84…

Es Irene Godino, y con ella no sólo comparto generación, también llevamos un poco vidas profesionales paralelas, aunque no hemos coincidido. Bibliotecaria y documentalista, ha trabajado en empresas e instituciones como la UC3M, Mediaset, ING o el British Council, y también se ha formado y ejercido como community manager, como en su actual experiencia en el proyecto Historia 2.0, del que empezamos hablando en nuestra conversación:

Lo primero, quiero preguntarte acerca de ese estupendo trabajo que estáis realizando en Historia 2.0, que sigo con interés por ejemplo como complemento perfecto a una de mis series favoritas, el Ministerio del Tiempo. Cuéntanos más sobre el proyecto y cómo trabajáis.
Irene Godino: Historia 2.0 (www.historiadospuntocero.com) es un proyecto joven, de apenas unos meses de edad, que surgió de la necesidad de un grupo de personas de distintos ámbitos de hacer aquello que les gustaba: investigar y difundir conocimiento. Actualmente somos un equipo multidisciplinar de 12 integrantes, compuesto mayormente por historiadores especializados en distintos periodos pero también por una documentalista – bibliotecaria, archivera-, una periodista y una ilustradora, todos ellos excepcionales. En un futuro tenemos pensado dar la bienvenida a otros investigadores y amantes de la historia y de la investigación que quieran aportar su granito de arena tanto de manera habitual como con colaboraciones puntuales.
Desde un primer momento tuvimos muy claro el carácter que queríamos imprimir al proyecto. Historia 2.0 es un lugar de encuentro en el que queremos escuchar a todos y donde todo el mundo está invitado a participar. Queremos interactuar, crear conversación, difundir, sí,… pero también aprender de los demás y de ahí el “2.0”. La información y el conocimiento deben fluir en ambas direcciones. Además, nuestros artículos están destinados al público general y no sólo a expertos en la materia porque queremos llegar todo el mundo. Buscamos para ello lo ameno, pero siempre con rigurosidad.
En cuanto a El Ministerio del Tiempo, vimos una gran oportunidad en la serie de TVE, ya que nos permitía poder desgranar cada capítulo, complementándolo con un análisis histórico de los hechos y personajes que nos mostraban. Lo cierto es que ha tenido mucho éxito y no eran pocos los seguidores que querían ir más allá del capítulo a través de nuestros artículos. Estamos realmente agradecidos por la acogida y el éxito cosechado en tan poco tiempo. Sin embargo, Historia 2.0 guarda más sorpresas puesto que en nuestra web pueden leerse cápsulas históricas, artículos temáticos, reseñas de libros, series y películas, también analizamos históricamente temas musicales, proponemos documentales, retamos a nuestros seguidores y hemos comenzado la sección de “Métodos y técnicas de investigación” en la que esperamos arrojar algo luz a través de bibliografías y técnicas de investigación, algo que no siempre se enseña en las universidades y sin embargo creemos crucial.
Nuestra forma de trabajar es sencilla gracias a las nuevas tecnologías. El grueso del equipo se encuentra en Madrid aunque tenemos al equipo repartido por toda la geografía española: Galicia, Barcelona, Madrid, Puerto Llano, Cádiz… Los ingredientes principales para que ésto funcione son el compromiso, la ilusión y las ganas de trabajar duro en aquello que nos gusta. Normalmente ponemos en común todas nuestras ideas – novedades que no son pocas y están por llegar – y entre todos debatimos y decidimos cómo llevarlas a cabo, cómo organizarnos y cómo repartirnos el trabajo y, para ello, usamos las redes sociales -tenemos nuestro grupo de trabajo privado-, herramientas web, correo electrónico y por supuesto, cada vez que nos lo permite la agenda, reuniones.
Como yo y muchos de los titulados en Biblioteconomía o Información y Documentación, y en la coyuntura de crisis que atravesamos desde hace años, Irene tú también has tenido la necesidad de formarte y adquirir experiencia en otras disciplinas, como el community management. ¿Cómo has vivido la adaptación?
I.G.: En mi caso la adaptación se dio de forma natural. Siempre he recordado un ordenador en mi casa desde que tengo uso de razón y cuando Internet llegó, pronto me enseñaron a utilizarlo como una herramienta de trabajo. También me ha gustado siempre comunicar y saber qué decían los demás acerca de cualquier tema por lo que con la aparición de las redes sociales, tanto de ocio como profesionales, allí estaba también la primera probando la novedad.
Ya en 2009 comencé en Twitter con @BibyDoc y descubrí cómo podía tejer una red profesional con la que estar al día de todo aquello que me pudiese interesar y con la que poder estar siempre actualizada de todo aquello que tuviera que ver con la profesión para la que me preparaba. Cuando en 2011 la Fundación Ciencias de la Documentación propuso un equipo de community managers para un proyecto temporal, no lo dudé y me lancé a probar desde el lado profesional.
Al acabar la carrera, me embarqué en un máster de la Universidad Carlos III de Madrid y una de sus asignaturas versaba sobre Web Social. Al finalizar, aprovechando el boom de los MOOC (Massive Open Online Curse) hice todos los cursos relacionados con la web social y análisis de impacto, redes, etc., dando igual si el diploma prometido tras la finalización del curso servía o no para acreditarlo. Actualmente sigo estando al tanto de las novedades útiles para el Community Management y leo a expertos sobre la cuestión. Le dedico el tiempo que puedo a mis redes, y en Historia 2.0 también me encargo –como el resto del equipo- de sus perfiles sociales.

«Sólo pierden aquellos que tiran la toalla. Y llegados a ese punto, siempre puedes reinventarte y volver a empezar.»

Contar con un amplio e interesante currículum como el tuyo es importante para competir en el mercado laboral, pero además, creo que utilizas muy bien las redes sociales para dar a conocer tu formación y tu trabajo. ¿Qué “hoja de ruta” recomendarías a quien le cueste o no sepa por dónde empezar?

I.G.: Lo primero de todo es marcarse objetivos y en este caso son dos: conseguir visibilidad, pero no una cualquiera, sino la de uno mismo como profesional por el que cualquier empresa o institución se sienta atraída y, conseguir que te llegue toda la información que te interese.

La imagen de profesionalidad no puede darse sin tener experiencia laboral. Por ello, recomiendo a quien empiece la universidad o aún esté en ella, que aproveche los convenios laborales que su universidad posea, las prácticas de su carrera o que busque un empleo como becario por su propia cuenta. Es duro y no todo el mundo está de acuerdo, pero incluso si es tu primera experiencia, intentad siempre, por difícil que sea, que se trate de algo relacionado con vuestra futura profesión- y si consiste en trabajar unos meses a media jornada sin tener un salario a cambio, acéptalo. Tienes que abrir puertas y meterte de cabeza en el mundo profesional. Además, no siempre va a ser así, por supuesto. Es sólo un primer paso y mientras salimos de una crisis que lleva años revoloteando sobre nuestras cabezas.


Una vez con algo de experiencia, crea lo que se da ahora por llamar “marca personal”. Es decir, abre una cuenta en LinkedIn, Facebook –deberás diferenciar del perfil que tienes con tus amistades, de aquel en el que quieres reunir a profesionales y compañeros de profesión y carrera-, en todas, repito, todas las webs de empleo que existen – Infojobs, Infoempleo, Adecco…- y por qué no, abre o participa en un blog donde puedas expresar todo el conocimiento e inquietudes que tengas sobre tu ámbito. Crea tu propia red profesional, algo que ya he repetido varias veces en esta entrevista porque es esencial. Que te vean y que te vean como el mejor profesional: proactivo, trabajador, serio,… todas las cualidades que se piden para un puesto de trabajo.

Suscríbete a todas las alertas de empleo, de becas, de oposiciones, de noticias específicas, habla con gente, entérate de todo lo que existe.
Por último, se necesita paciencia, un plan de trabajo por el que siempre estés presente aportando tu granito de arena y saber que, aún así, no va a ser fácil. Sin embargo, recuerda que solo pierden aquellos que tiran la toalla y antes de llegar a este punto, siempre puedes reinventarte y volver a empezar.

También me gustaría que me contaras qué tal la experiencia con BibyDoc, ya que tú fuiste la impulsora y eres propietaria desde 2011 de esta comunidad, que ya sobrepasa los 1000 miembros en el grupo de LinkedIn (¡Enhorabuena!)

I.G.: Lo primero decir que más que propietaria (es el término que utiliza LinkedIn), soy solo quien dio el primer paso para tener un lugar más de encuentro en LinkedIn para todos nosotros. En cada red social se comparte información distinta y de formas diferentes. Por ejemplo, Twitter comparte información inmediata, allí las noticias y los enlaces a artículos vuelan. Facebook es más mediata, y LinkedIn comparte ese carácter, pero con un halo de profesionalidad.
También quise desde un primer momento que fuese algo para todos y creado por todos. Me limito a mediar si aparece algún problema o si alguien se dedica a hacer spam, por lo que podría decirse que BibyDoc, en LinkedIn, tiene vida propia, la que le confieren los más de 1000 miembros que están ahí. Por cierto, muchas gracias a todos. Sois libres de compartir noticias de interés, trabajos propios, propuestas, anuncios, cursos, dudas… Considerarlo vuestra casa.

Para terminar, te pido una reflexión un poco sobre el futuro cercano de la profesión: ¿Crees que los bibliotecarios/documentalistas finalmente tendremos un papel destacado en los medios sociales para mejorar el acceso en los contenidos en la era digital?

I.G.: Creo que es vital que tengamos ese papel y que debemos tomarlo, si no lo hemos hecho ya, como nuestro hábitat natural. Un libro no es el soporte sobre el que se lee, sino lo que cuenta, y nosotros estamos ahí para gestionar y cuidar que llegue a todo el mundo la información y el contenido que hay en él. El préstamo digital es una realidad, como lo son los diferentes proyectos de archivos y bibliotecas digitales y de acceso abierto en la red.

«Para nosotros -bibliotecarios y documentalistas- los medios sociales son nuestro hábitat natural. Un libro no es el soporte, sino lo que cuenta, y nosotros estamos para gestionar esa información»

Me gusta ver cómo cada vez son más las bibliotecas y archivos con presencia en las redes. Se han dado cuenta que en esta época, hay que salir a buscar al usuario y si el usuario se mueve por estos medios, allí debemos estar. Interactúan, anuncian novedades, actividades, algunas incluso –por ejemplo, la Biblioteca Municipal de Móstoles, ciudad en la que vivo- se atreven a jugar o retar a sus usuarios a través de Facebook. Otros ejemplos a raíz de la primera pregunta que me hacías: las cuentas en Twitter del Portal de Archivos Españoles (PARES) y de la Biblioteca Nacional de Españaaprovechando la emisión de uno de los capítulos de El Ministerio del Tiempo, interactuaban con los usuarios, propios y potenciales, ofreciendo documentos que respaldaban los hechos que los telespectadores estaban viendo en ese momento.

Para que la cultura y el conocimiento sean accesibles para todos, hay que estar en todas partes y ofrecer facilidades, evolucionando a la par que evolucionan los tiempos y los hábitos de los usuarios. En el caso de un documentalista ocurre igual. Cada vez es más el contenido existente en soporte digital y las fuentes de información que se trasladan a este medio. Ahora son documentalistas y gestores de contenido y esta evolución es siempre para bien.
¿Creo por lo tanto que los bibliotecarios/documentalistas tendrán un papel destacado en los medios sociales para mejorar el acceso en la era digital? Sí, lo están teniendo ya a través de los ejemplos dados y a través de los nuevos perfiles profesionales que surgen. Las últimas y nuevas promociones de bibliotecarios, archiveros y documentalistas que se están formando tendrán un papel importante en ello, ya que cursan materias que hace 30 años eran impensables y se desenvuelven en un medio que para ellos ya es natural.