Cuando de pequeños (¡o de mayores!) cambiamos cromos, pegatinas de chicles, de bollycaos en el patio del colegio, o en la plaza mayor, estamos llevando a cabo un acto de socialización que al ser humano le encanta y le es indispensable para su día a día. Y también muchas veces, al ir a comprar un huevo Kinder, o cuando vemos algún crío jugando con la sorpresa y despreciando el chocolate, nos hemos dicho a nosotros mismos que seguramente ese juguetito podría valer tanto o más que el propio dulce del que viene recubierto.
Pues bien, ambas cosas, tanto los cromos como el kinder, son productos de una estrategia de marketing. El marketing del premio: un valor añadido introducido por las marcas que en muchos casos ha superado al producto, y que en muchos casos actúan como elemento de conexión para que las personas se relacionen.
Este tema surgió durante la clase de Economía digital de Manuel Gutiérrez de Diego en el #cecm al que asistí en enero. El profesor nos argumentaba que estos productos son una moneda social similar a la que utilizamos hoy día en los medios sociales. La única diferencia es que aquí la moneda social a menudo son experiencias e historias que intercambiamos para relacionarnos con los demás.
Muchas personas, como explica Lauren Fisher en su imprescindible post del blog simplyZesty, actuamos en los medios sociales como narradores de historias, porque «el storytelling ha jugado un papel crucial para casi todas las sociedades a lo largo de la historia. (…) La diferencia es que ahora, los protagonistas somos nosotros, porque las historias que creamos online acerca de nosotros son nuestra moneda social, y la forma en que conectamos unos con otros. Cuanto mejor es la historia, mejor será nuestra experiencia en los Medios Sociales». Para que la historia enganche «debe generar emoción en el lector, que se sienta identificado» y muy importante «fomentar la participación del entorno», lo cual se puede lograr «compartiendo y comentando enlaces, fotos,…».
Fisher destaca otros aspectos característicos de esta moneda social muy importantes:
- Nuestra historia en los medios sociales no termina de crearse, está viva y en constante evolución.
- Es multicanal (posts, enlaces, tweets, fotos, videos, audios,…) lo cual hace que gane en profundidad, y nos obliga a adaptarnos para saber contar la historia adecuada al medio.
- Se conserva mejor, dada la gran cantidad de medios, aún no existiendo una copia física en muchos casos.
- Destaca el papel de Facebook, que ha dado un gran paso adelante respecto al resto de medios, para convertirse en «un método de narración casi universal» gracias al nuevo timeline.
De este modo cualquier persona a título individual o marca que quiera tener éxito en los medios sociales, tiene que ser consciente primero de que el éxito no se mide únicamente en el número de amigos o followers, lo cual como ya hemos hablado en otras ocasiones por si mismo es relativamente fácil de conseguir por varias vías. Lo verdaderamente importante en los medios sociales es crear una buena experiencia de marca y generar una conversación de calidad. Esto requiere de una estrategia basada en los valores que queremos transmitir mediante nuestros perfiles. Si las personas se identifican con estos valores, con nuestra moneda social, y ven útil la experiencia, habremos acertado con la estrategia.