
Los días 28 y 29 de noviembre tuve la oportunidad de asistir al IX CNBP celebrado en Logroño, y quería compartir con vosotros/as mis impresiones, algunas de las cuales ya fui lanzando vía Twitter con el hashtag #9CNBP durante esos días. Ya os avanzo que únicamente son algunos apuntes de las dos primeras jornadas, y os recomiendo consultar las conclusiones y las actas completas del congreso que imagino que en breve estarán disponibles.
La formación de los profesionales de las bibliotecas públicas
La primera ponencia del congreso estuvo a cargo de Knud Schulz, ex-director de la Biblioteca de Aarhus, un tipo con enorme experiencia que compartió con nosotros su visión de lo que ha de ser una biblioteca pública, y cómo él y su equipo la pusieron en práctica.
Schulz ve la biblioteca como un centro de innovación para la ciudadanía con capacidad de provocar cambios vitales. Un peso específico tan importante para la sociedad, que se ve reflejado en su construcción, en su concepto original. Esta visión es compartida alrededor del mundo por administraciones públicas que la convierten en un signo del desarrollo del que son síntoma inequívoco, y del progreso que producen en esas sociedades. Por ejemplo Finlandia, que ha esperado a este 5 de diciembre para inaugurar junto al Parlamento la nueva Biblioteca Central de Helsinki el día nacional, el día de la independencia.
De la presentación de Schulz no diré más, ya que también está disponible en Slideshare. Solamente recomendaros encarecidamente que echéis un vistazo al evento Next Library, cuya siguiente edición tendrá lugar en Aarhus (Schulz y su equipo fueron sus orgullosos creadores), porque son unas jornadas realmente interesantes en los que se trabaja la innovación y el futuro de la biblioteca.
Tras su intevención llegó el primer debate del congreso, dedicado a la preparación de los profesionales de las bibliotecas públicas en lo referente a la educación reglada. En este tuvo una intervención muy interesante Virginia Ortiz-Repiso, directora del departamento de Biblioteconomía de la UC3M, que expuso unas pinceladas del modelo de su universidad con el máster de Gestión de Información, y también Gómez-Hernández, que destacó como siempre el perfil multidisciplinar, mediador y alfabetizador de nuestra profesión… ¡Ay! cómo me he acordado de esto hace unos días, con una usuaria que se negaba a aprender a buscar en el catálogo, y a renovar los préstamos online:
– Ella: «No te empeñes en que aprendamos… ¿No te das cuenta de que, si me enseñas, al final los usuarios nos haremos todo solos, te quedarás sin trabajo y desaparecerán las bibliotecas?» (truenos y relámpagos de fondo)
– Yo: «…, …» (era muy largo de explicar)
La sesión matinal del congreso continuó con un debate similar dedicado a la formación no reglada, bastante interesante por cierto, en el que el público pudimos interactuar con los componentes de la mesa a través de la herramienta online de participación menti.com. En su mayoría los asistentes calificamos la formación no reglada en España como necesaria, escasa/insuficiente, cara, y dispersa. También detectamos carencias en la formación, sobretodo en todo lo que tiene que ver con la gestión.
Por cierto, que fue estupendo desvirtualizar y charlar un rato con María Gª Puente, más conocida en redes como María bibliovirtual, que participaba en este debate obviamente por ser una de las impulsoras de SocialBiblio, uno de los mejores instrumentos de formación no reglada que hemos los profesionales de bibliotecas en España en los últimos años.
En la mesa también estaba Bruno Duarte, director del Servicio de Bibliotecas de Portugal, que nos dio a conocer la experiencia de participar en el programa formativo Global Libraries de la Fundación Bill & Melinda Gates, sobretodo para la adquisición de habilidades importantes en materias como la innovación, la comunicación, la gestión del tiempo…
Me interesaba mucho este debate, porque desde que empezamos a trabajar a principios de año en la creación de la Asociación de Profesionales de Bibliotecas de Burgos, una de las ideas que me obsesionan es que podamos llegar a ser una plataforma de intercambio de experiencias. Y que, con todo lo que hagamos, podamos contribuir a ampliar la formación de los bibliotecarios/as de la provincia en todas aquellas materias que necesiten, para serles de ayuda en la superación de los retos que tienen en su puesto de trabajo. Tenemos una mucha tarea por delante para conseguirlo.
Ya por la tarde asistí a las comunicaciones, que además de ser una oportunidad de oro para conocer experiencias de todo el país, como la modélica gestión de la biblioteca municipal del Coaña (Asturias), o el reto de los datos abiertos, y las interesantes perspectivas que abren para nosotros como profesionales, o iniciativas bien planificadas y coordinadas como las planteadas por el personal de la BPE de Tarragona; e incluso para conocer técnicas de comunicación, porque se puede aprender mucho en este aspecto por ejemplo de la canaria Loli León Donate, probablemente de las mejores bibliotecarias comunicadoras que he conocido, o de Mª Antonia Moreno Mulas, que sabe adaptar perfectamente el mensaje que quiere transmitir.
Modelos de gestión en las bibliotecas públicas
Y hablando de buenos comunicadores, para empezar la segunda jornada del congreso tuvimos un ejemplo con la interesante ponencia a cargo del catedrático de Ciencias Políticas y de la Admón. Carles Ramió, que nos explicó su punto de vista experto a cerca de los diferentes modelos de gestión posibles. Considero realmente importante que todos los profesionales, con competencias o no en la materia, tengamos unas nociones al respecto.
Al vivir «instalado en el futuro» nos contó lo que iba a suceder en los próximos 10-15 años con profesiones similares a la nuestra si no mantenemos nuestro rol de «metagobernadores», o dinamizadores y coachers de una ciudadanía empoderada, en el modelo de gobernanza. Según su opinión (que comparto), la robotización del resto de tareas llamémoslas burocráticas tenderá a ser muy alta (¡bien!) y cualquier profesional que actualmente ejerza como intermediador y no asuma los roles mencionados, con casi toda probabilidad desaparecerá. Y he destacado esta parte, pero os animo a ver el vídeo completo de su intervención porque verdaderamente merece la pena.
No así con las posteriores que integraban el panel sobre oportunidades de financiación para bibliotecas en programas internacionales que, aunque interesantes, personalmente creo que excedieron en tiempo y contenidos más de lo necesario. De hecho, el de Erasmus+ directamente era prescindible, dado que cualquier asistente especialmente interesado podría haberse inscrito en alguno de los talleres que daban durante el congreso.
En cualquier caso he de decir que me sorprendió bastante que existan opciones tan plausibles de conseguir fondos de la Unión Europea que están realmente al alcance, si se opta a ellas con proyectos innovadores, transnacionales, con impacto social, y en definitiva que aporten valor añadido y estén bien trabajados. Para ello las bibliotecas y sus profesionales podemos contar con el asesoramiento del personal de diferentes oficinas del MECD, como por ejemplo la del Punto Europeo de Ciudadanía, o la del SEPIE (Servicio Español para la Internacionalización de la Educación). Su representante en el congreso, Andrés Ajo Lázaro, mencionó también la plataforma EPALE, dedicada a la enseñanza para adultos en Europa, de cuyos contenidos me he quedado absolutamente enamorado.
Recién empezado el coffee-break (por decisión propia) vemos llegar al sr. Ministro de Educación, Cultura y Deporte d. José Guirao,… y el personal puso fin al coffee-break. En cualquier caso se agradece su asistencia, que tuviera buenas palabras y el atisbo de algún que otro compromiso interesante. Pero después de escuchar su discurso, uno piensa que harían bien los políticos de este país en dejarse asesorar más por técnicos en la materia, que por asesores estrictamente políticos.
Para terminar la mañana, asistimos al debate sobre modelos de gestión en bibliotecas, los cuales en épocas de crisis también son cuestionados, y está bien que se abran escenarios diferentes para poder estudiar las opciones. Las intervenciones se desviaron bastante del tema principal, pero me gustó la de Clara M. Chu, del Mortenson Center for International Library Programs (Illinois University Library), conductora del taller Community Library Interaction (CLIA) al que asistí por la tarde. Por supuesto insistió en el refuerzo del eje de relación con la comunidad (área en la cual está especializada), y en dotar de más autonomía y recursos a los profesionales de las bibliotecas como cauce favorable para la creatividad y la innovación. Antes de levantarse en pleno debate, Knud Schulz pareció retarnos a huir de los estereotipos que muchas veces hacemos del usuario (cosa que no me gusta nada,… ¡y luego nos quejamos!) para no reproducir pautas de relación equivocadas. También me gustaría destacar la pincelada de Javier Valbuena en lo referente a los datos: estamos totalmente fuera de juego en este ámbito. En esto yo veo que hay mucho por hacer si queremos convertirnos en referentes, ya no digo asumir el liderazgo…
Porque, en mi opinión, para aspirar a esto, y a cumplir muchos otros de objetivos y misiones de las bibliotecas públicas, hace falta que cambie de manera radical la visión de los responsables de formar equipos, que modifiquen los parámetros de selección de personal y los contenidos de los temarios de las oposiciones, para contratar profesionales capacitados en las diversas especialidades que hoy día exigiría una biblioteca pública moderna y adaptada a las necesidades de los usuarios. ¿Algún técnico municipal de cultura / directivo se lo plantea? Que den señales de vida, por favor… tenéis una comunidad enorme de personas que os apoyan, y estamos deseando construir con vosotros bibliotecas públicas punteras para cambiar el mundo.
¿Cómo conseguir que un colectivo que siente que la biblioteca pública no es para ellos, venga a la biblioteca pública? Ese es el desafío al que quienes nos apuntamos al taller de CLIA estábamos dispuestos a afrontar. Y, de verdad, que esas horas de entrenamiento con la profesora Chu fueron realmente inspiradoras. Tanto sus pautas explicadas al detalle, como las herramientas que nos dio, y el estilo de trabajo son idóneas… así que no tenemos excusa para no intentarlo. La base de su método para tratar de atraer a la biblioteca pública a personas que la sienten ajena a sus vidas, es sencilla: darles a ellas el control. Muchas veces nos rompemos la cabeza pensando en mil dinámicas, actividades, etc., y fracasamos. O no conocemos cual es el locus de control de un tipo de usuarios determinado, y por tanto caemos en los mismos errores por insistir y pensar que sí que los entendemos… y al final desistimos, y les dejamos de lado. Pasa en todas las bibliotecas.
La solución no es buscar una solución: es que las personas mismas se la den… a través de la biblioteca. No nos preguntemos qué podemos hacer para que vengan: invitémosles a un diálogo en la biblio, en el que irán aflorando sus necesidades. Si, a partir de estas, podemos y queremos crear algo que pueda tener un impacto real en sus vidas,… a por ello.
Tal vez pueda parecer una afirmación muy grandilocuente, pero de verdad no son meras palabras: viendo con ella el exhaustivo programa, tan bien trabajado, y hablando con los compañeros, cualquiera puede comprobar que sí, que hay bibliotecas que lo hacen, cuyos profesionales son auténticos líderes de ciudadanos empoderados. Estas personas han encontrado un apoyo trascendental en la biblioteca, que se ha empapado de su realidad y ha logrado que no se refugien en otras soluciones… muy distintas.
Realmente merece la pena. Todo el material del proyecto (guía, modelos, ejemplos…) que nos cedió Clara M. Chu se puede conseguir fácilmente poniéndote den contacto con ella a través de su correo o redes sociales, de modo que, si estáis interesados, no dudéis en pedírselo.
Para terminar la jornada, y yo mi asistencia al congreso, tuvimos el cóctel del Gobierno de La Rioja en las bodegas Franco-Españolas, en la que pude reencontrarme y charlar tranquilamente con mis ex compañeros de la facultad, que además son unos fuera de serie, Jaime Luna (Bib. Púb. Municipal de Lardero, La Rioja) -que además forma parte del comité científico-, y Lucía D. Gago (Biblioteca Municipal Valladolid), así como desvirtualizar y echar unas risas con Sofía Möller (Bib. Granollers) que por cierto también ha publicado su resumen del congreso.
Acababan así dos jornadas intensas e interesantes, llenas de inspiración, de las que me he llevado una estupenda experiencia. Dar la enhorabuena por ello a la organización y animaros, como decía al principio, a consultar toda la información que el congreso ha generado, porque verdaderamente se puede aprender muchísimo.